Yo he escrito sobre el tema de Logos y Rhema en el pasado, lo pueden ver acá.
Me he encontrado un excelente estudio al respecto, y se los comparto para su edificación.
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Por Jaime Mazurek B.
INTRODUCCIÓN:
Desde los años 1970 ha circulado una enseñanza que afirma que los dos vocablos griegos que expresan la idea de “palabra” en el Nuevo Testamento, RHEMA y LOGOS, son marcadamente diferentes uno del otro. Esto supuestamente nos revelaría que en verdad hay dos clases de “palabra de Dios” (una escrita, la otra hablada) y que todo creyente necesita conocer esta distinción y como aplicarla. En seguida se comentará el contenido de aquella enseñanza y los peligros que acompañan su aceptación, y se hará una refutación de la misma.
1. LA ENSEÑANZA ERRÓNEA SOBRE “RHEMA” Y “LOGOS”
La enseñanza “Palabras RHEMA” consiste fundamentalmente de las siguientes proposiciones:
- Existe en las Escrituras una marcada distinción de uso y significado entre las dos palabras “LOGOS” y “RHEMA”.
- La palabra “LOGOS” se refiere a la revelación objetiva, es la Palabra eterna de Dios, es la Palabra escrita, absoluta para todo creyente en todo lugar.
- La palabra “RHEMA” se refiere a la revelación subjetiva, contemporánea, particular para una persona. Es la palabra hablada. Una profecía, palabra de ciencia o sabiduría se ha de considerar una “palabra RHEMA”. Una lectura de las Escrituras a viva voz, con fe y convicción también puede ser “palabra RHEMA”.
- Si el creyente toma una palabra LOGOS, y la confiesa en fe como una palabra RHEMA, esa palabra adquiere poderes creativos, para hacer cumplirse una visión, sanar enfermos, traer prosperidad y cosas por el estilo.
Un ejemplo de esta enseñanza se encuentra en el libro Apóstoles, profetas y los movimientos venideros de Dios, por Bill Hamon, 1997, pags. 284, 285.
LOGOS es la Palabra de Dios inefable, inerrante, creativa e inspirada. (2 Tim. 3:16; 1 Cor. 2:13). LOGOS es la Palabra de Dios escrita entera – la Santa Biblia. Es la revelación completa de Dios como aparece en las Escrituras.
Una palabra RHEMA es una palabra o ilustración que Dios nos habla directamente, y que concierne nuestra situación personal o particular. Es una palabra oportuna e inspirada por el Espíritu Santo del LOGOS que trae vida, poder y fe para realizarla y cumplirla. (Efe. 6:17 – “la espada del Espíritu que es el RHEMA de Dios”). Puede ser recibida mediante otros como una palabra profética, o como una iluminación dada directamente a uno en su tiempo de meditación personal en la Biblia o en la oración.
El LOGOS es la Palabra fija de Dios – las Escrituras – y el RHEMA es una porción particular del LOGOS sacada a luz por el Espíritu Santo para ser aplicada directamente a algo de nuestra experiencia personal.
En Internet también abundan artículos que defienden esta creencia, aunque destacando la función del RHEMA mas como agente creativo que de orientación. Un ejemplo es el siguiente:
La Biblia es, objetivamente, la Palabra de Dios. Pero es la Palabra subjetiva de Dios (el ‘RHEMA’) lo que determina y desencadena una acción divina, y que tiene un poder creativo y regenerador. No basta conocer el ‘LOGOS’ de Dios. Tenemos que recibir el ‘RHEMA’ para poder decir: “Esto es lo que Dios dice”.
Si usted no tiene el ‘RHEMA’ de Dios no podrá alentar al cansado. Tiene que llegar a tener la certeza de que Dios le ha hablado y de que es necesario que tal Palabra sea compartida con otros. Esa Palabra arderá en su corazón y será en usted una santa carga que necesitará ser liberada por la predicación, para bendición de muchos.” (www.aguasvivas.cl/mensajes/ministros.html).
En esta declaración se aprecia la idea que una palabra “RHEMA” en la boca del creyente tiene un “poder creativo y regenerador”. Dice que “no basta conocer el LOGOS de Dios.” O sea, no basta con estudiar la Biblia. Es necesario recibir una interpretación o sentido de la Palabra escrita que la haga mas convincente a nuestras mentes. De ahí nacen los problemas con esta doctrina, pues inculca y motiva al abandono del estudio exegético de la Palabra de Dios y motiva a la interpretación subjetiva y alegórica del texto sagrado.
Algunos llevan la doctrina a niveles peores aun al llamar “LOGOS” a las palabras de Dios directamente recibidas por los creyentes de la actualidad, y “RHEMA” a la repetición a viva voz de las mismas como acto creador. En este proceso la Biblia ni tiene lugar, salvo para “confirmar” sus aseveranzas.
Michael Horton explica:
“El “LOGOS” es la palabra revelacional, la palabra mística, directa que Dios habla al creyente. El “RHEMA” es la palabra que los creyentes deben decretar o confesar para traer prosperidad y sanidad a esta dimensión.” (Michael Horton, La agonía del engaño, (Chicago: Moody, 1990), p. 127).
El maestro de la enseñanza “Palabras Rhema”, Kenneth Copeland escribe:
“En tu condición de ser un creyente nacido de nuevo, estás equipado con la Palabra. Tienes el poder de Dios a tu disposición. Al dejar penetrar la Palabra en tu espíritu y al declararlo con tu boca liberas poder espiritual para cambiar cosas en las circunstancias naturales. (Kenneth Copeland, El poder de la lengua, pag. 15).
2. LOS PELIGROS DE LA ENSEÑANZA “PALABRAS RHEMA”
2.1 Mide la condición espiritual del creyente prioritariamente en términos de dinero y bienes materiales.
Se fomenta el materialismo individualista mas que el animo de bendecir a otros. Los maestros de la “confesión positiva Rhema” afirman que los apóstoles y hasta Jesús fueron todos hombres muy adinerados y que todo creyente con fe debe serlo también. Toman al saludo personal de 3 Juan 2 como una promesa divina de absoluta salud y riquezas como “derecho divino” de todo creyente. Ignoran el consejo de Cristo de Lucas 12:22-31 de no afanarnos por las mismas cosas que se afanan los del mundo.
2.2 Da una respuesta simplista y anti-bíblica frente a las instancias de sufrimiento en la vida del creyente.
Si un creyente admite estar pasando por una dificultad o enfermedad, los maestros del RHEMA en seguida le dirán cosas como: “¡No digas que estás enfermo! ¡Confiesa que ya estás sano!” Si no hay un milagro de sanidad o prosperidad la explicación siempre es: “Te faltó fe”, “Dejaste de confesar positivamente y usaste palabras negativas” o “Tienes un pecado encubierto que no quieres confesar.” Ridiculizan a quien ora “que se haga la voluntad de Dios”.
Esta corriente ignora las cuantiosas y sabias expresiones neotestamentarias sobre las maneras y propósitos que se dan en el sufrimiento en la vida del creyente. (Véase 2 Tim. 2:1-13; Heb. 10:32-39; 11:35-38; Stgo. 1:2-4; I Pedro 3:8-17; 4:12-19; Apoc. 2:8-11).
2.3. Distorsiona la doctrina de la revelación divina y la inspiración de las Sagradas Escrituras. Se cree poseer una revelación mayor que los escritores bíblicos, cosa que resulta en doctrinas nuevas y extrañas.
Sin duda el más notable entre quienes enseñan esto es el “profeta” Kenneth Copeland, bien conocido maestro de la doctrina “palabras RHEMA”. En seguida se presentan algunas citas textuales suyas:
Puedes negar tu fe. Puedes detener su fuerza y endebilitarla aunque es la misma fe de Jesús. Es la misma fe que Dios usó al crear. Es la fe que arde en tu espíritu. Si El creó a todos esos planetas ¿por qué no puedes tu crear algo? Es que El tiene un conocimiento mayor de esa fe que tu. Pero estamos aprendiendo. Nuestro día viene, y en algunas maneras ya está aquí. (Kenneth Copeland, sermón en la iglesia de John Hagee, 18 de agosto, 1999; citado en www.letusreason.org)
Jesus ya no es el único hijo unigénito de Dios. (Ahora estamos en Cristo Jesús, 1980, p. 24, citado en www. Letusreason.org)
Tú no tienes un Dios dentro de ti; tú eres un Dios. (“La fuerza del amor” Kenneth Copeland Ministries, 1987, cassette de audio #2’0028, lado 1)
Ore a ti mismo; porque yo estoy en tu ser, y tú estás en mi ser. Somos un solo Espíritu, dice el Señor. (Profecía de Kenneth Copeland en “Believer’s Voice of Victory” febrero de 1987, p. 9)
Cuando usamos las leyes espirituales que Dios ha establecido, Dios tiene que obedecer lo que le exigimos. (Programa de televisión “Praise the Lord”, TBN, 5 de feb. 1986).
Jesús existió solamente como una imagen en el corazón de Dios, hasta tal tiempo cuando los profetas del Antiguo Testamento pudiesen hacerle existir por medio de su confesión positiva en sus profecías constantes. (Kenneth Copeland, El poder de la lengua, p. 8-10)
2.4. Fomenta conductas irresponsables bajo el pretexto de confiar en el poder de la confesión de palabras “RHEMA”.
Un ejemplo: El matrimonio de Larry y Lucky Parker, norteamericanos fieles seguidores de la enseñanza “Palabra RHEMA” dejaron morir a su hijo diabético Wesley, al rehusar que se le diera insulina, convencidos por las palabras RHEMA que habían confesado en fe, que ya estaba sano. El niño cayó en estado de coma diabético, cosa que sus padres tomaron como un engaño satánico para quebrar su fe en la palabra RHEMA. Después de la muerte del niño, los padres no celebraron un funeral, sino un “culto de resurrección” esperando que así vendría el cumplimiento del RHEMA. El niño no resucitó. Los padres fueron condenados por maltrato de menores, pero en vez de una posible condena de 25 años de prisión recibieron una sentencia de cinco años que luego fue conmutada por misericordia de parte del juez. Lamentablemente han sucedido varios casos como este en los Estados Unidos durante los últimos años. (Véase D.R. McDonnell, Un Evangelio diferente. (Massachussets: Hendrikson, 1988), p.81).
3. LA VERDAD ACERCA DE “RHEMA” Y “LOGOS”
(Fuente: Tesoros léxicos de la Palabra de Dios, por Antonio Palma; Editorial VIDA, 1995.) El Dr. Palma es ministro ordenado de las Asambleas de Dios de E.U.A. Tiene los grados de Maestría en Educación, Maestría en Teología (Universidad de Nueva York), y un Doctorado en Teología del Seminario Concordia de Saint Louis, Missouri. Ha sido profesor de griego del N.T. por más de 30 años.
Aunque es cierto que en el griego existen ambas palabras LOGOS y RHEMA, y que ambas se usan en el N.T., no existe la distinción alegada entre las mismas. Ni los griegos, ni Cristo, ni los apóstoles jamás enseñaron o dejaron ver semejante distinción entre las dos palabras. Por lo contrario, RHEMA y LOGOS son simples sinónimos, y fueron usados por Cristo y los apóstoles como tales. El Dr. Palma comenta:
Las formas verbales cognadas de las dos palabras también ayudan a ver que no se pretende establecer ninguna verdadera distinción. La palabra griega corriente para “decir, hablar” en el tiempo presente es LEGO; el sustantivo equivalente es LOGOS. Pero la palabra LEGO es lo que en la gramática española llamamos un verbo irregular; la raíz del tiempo presente no se encuentra en otras partes principales del verbo (como en español, “ir” y su forma pretérita “fui, fue, etc”). Otras partes principales del verbo griego LEGO (por ejemplo: ERO, EIREKA) vienen de otra raíz, ¡pero no hay ninguna diferencia de significado! La palabra RHEMA emplea esta otra raíz. El punto es que dos sustantivos sinónimos del griego emplean raíces diferentes. Esto es similar a los sinónimos españoles tales como “obtener” y “adquirir” que obviamente no vienen de la misma raíz, pero que no difieren en significado” (Palma, p. 84).
3.1. Se emplean ambas palabras al describir palabras pronunciadas por Jesús.
Lucas 5:5 –
“mas en tu palabra (RHEMA) echaré la red”
ἐπὶ δὲ τῷ ῥήματί σου χαλάσω τὸ δίκτυον
Juan 4:50-
” ‘Vé tu hijo vive’. Y el hombre creyó la palabra (LOGOS) que Jesús le dijo”
πορεύου· ὁ υἱός σου ζῇ. καὶ ἐπίστευσεν ὁ ἄνθρωπος τῷ λόγῳ ᾧ εἶπεν αὐτῷ ὁ ᾿Ιησοῦς, καὶ ἐπορεύετο.
En ambos casos personas obedecen un mandamiento verbal de Jesús. Según Lucas las palabras dichas por Jesús eran RHEMA; según Juan las palabras dichas por Jesús eran LOGOS. No hay distinción de significado entre las dos expresiones.
El Diccionario Teológico del Nuevo Testamento, quizás la obra más importante del mundo tocante al griego Koiné y sus vocablos, dice sobre este punto:
Dado que la obra de Jesús consistía en gran medida en la proclamación de su mensaje, i.e. la palabra hablada, es natural que existan muchísimas referencias a su LEGEIN, LOGOI, o RHEMATA. En este sentido parece que no existe distinción alguna entre LOGOS y RHEMA. (TDNT, “lego”, 1977).
3.2 Cristo usó ambos términos para describir nuestras maneras de hablar.
Mateo 12:36,37
Mas yo os digo que de toda palabra (RHEMA) ociosa que hablen (LALEO) los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. 37Porque por tus palabras (LOGOS) serás justificado, y por tus palabras serás (LOGOS) condenado.
λέγω δὲ ὑμῖν ὅτι πᾶν ῥῆμα ἀργὸν ὃ ἐὰν λαλήσωσιν οἱ ἄνθρωποι, ἀποδώσουσι περὶ αὐτοῦ λόγον ἐν ἡμέρᾳ κρίσεως·
ἐκ γὰρ τῶν λόγων σου δικαιωθήσῃ καὶ ἐκ τῶν λόγων σου καταδικασθήσῃ.
Según Mateo, Jesús usó las palabras RHEMA y LOGOS de manera interecambiable, al usar ambas en esta expresión.
3.3 Lucas usó ambos términos para referirse a las palabras dichas por Jesús.
Lucas 9:44, 45
44Haced que os penetren bien en los oídos estas palabras (LOGOS). . . 45Mas ellos no entendían estas palabras (RHEMA), pues les estaban veladas para que no las entendiesen; y temían preguntarle sobre esas palabras (RHEMA).
θέσθε ὑμεῖς εἰς τὰ ὦτα ὑμῶν τοὺς λόγους τούτους· ὁ γὰρ Υἱὸς τοῦ ἀνθρώπου μέλλει παραδίδοσθαι εἰς χεῖρας ἀνθρώπων.
οἱ δὲ ἠγνόουν τὸ ῥῆμα τοῦτο, καὶ ἦν παρακεκαλυμμένον ἀπ᾿ αὐτῶν ἵνα μὴ αἴσθωνται αὐτό, καὶ ἐφοβοῦντο ἐρωτῆσαι αὐτὸν περὶ τοῦ ῥήματος τούτου.
3.4. Se emplean ambas palabras para identificar a la palabra de Dios que debemos predicar.
Romanos 10:17
“Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra (RHEMA) de Dios.”
ἄρα ἡ πίστις ἐξ ἀκοῆς, ἡ δὲ ἀκοὴ διὰ ῥήματος Θεοῦ.
2 Timoteo 4:2
“que prediques la palabra (LOGOS)”
κήρυξον τὸν λόγον
3.5. Se emplean ambas palabras al describir el efecto purificador de la Palabra.
Juan 15:3 –
“Ya vosotros estáis limpios por la palabra (LOGOS) que os he hablado”
ἤδη ὑμεῖς καθαροί ἐστε διὰ τὸν λόγον ὃν λελάληκα ὑμῖν.
Efesios 5:26 –
“… habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra (RHEMA)
ἵνα αὐτὴν ἁγιάσῃ καθαρίσας τῷ λουτρῷ τοῦ ὕδατος ἐν ῥήματι,
Ambas expresiones describe la obra purificadora de la Palabra de Dios, sin distinción alguna.
3.6. Pedro emplea ambas palabras en el mismo contexto, sin pretender hacer ninguna distinción de significado.
I Pedro 1:23 –
“siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible,
por la palabra (LOGOS) de Dios que vive y permanece para siempre”
διὰ λόγου ζῶντος Θεοῦ καὶ μένοντος εἰς τὸν αἰῶνα.
I Pedro 1:25 –
“La palabra (RHEMA) del Señor permanece para siempre”.
τὸ δὲ ῥῆμα Κυρίου μένει εἰς τὸν αἰῶνα.
Pedro no hace ninguna distinción entre las dos palabras y las usa intercambiablemente.
3.7. En la Septuaginta también se aprecia la falta de distinción entre ambos vocablos.
Jeremías 1:1 – “La palabra (RHEMA) de Dios que vino a Jeremías”
Jeremías 1:2 – “La palabra (LOGOS) de Dios que le vino.”
3.8. Pablo, al describir los dones espirituales en 1 Corintios 12, emplea la palabra LOGOS y no RHEMA.
En 1 Cor. 12:8 “palabra de sabiduría” es LOGOS, “palabra de ciencia” también es LOGOS.
λόγος σοφίας, ἄλλῳ δὲ λόγος γνώσεως
Si las palabras personales u ocasionales de parte del Señor, las expresiones que vienen por medio de estos dones espirituales han de ser considerados “palabras RHEMA”, parece que nadie avisó a Pablo de esa “verdad”, pues nunca los llamó RHEMA, sino LOGOS.
CONCLUSIONES
Todo creyente cristiano debe afirmar que las Sagradas Escrituras – el Canon de los 66 libros que conforman la Biblia – son la única, perfecta y eterna Palabra de Dios que ha sido revelada por Dios y escrita bajo inspiración del Espíritu Santo. La iglesia hoy no necesita “revelación fresca”, sino luz de parte del Espíritu Santo para mejor comprender y aplicar la revelación ya dada.
Afirmamos que el Espíritu Santo ayuda al creyente hoy a comprender las verdades bíblicas mediante su acción que llamamos “iluminación”, como también es cierto que el Espíritu Santo se expresa a la iglesia mediante el don de lenguas con el don de interpretación, los dones de profecía, palabras de ciencia y palabras de sabiduría. (I Cor. 12). Sin embargo, afirmamos que dichas palabras o mensajes no son lo mismo que la revelación bíblica y siempre han de ser juzgadas a la luz de las Escrituras para así comprobar su autenticidad, corrección y pureza.
Pero descartamos como falsa la idea que los dos vocablos griegos LOGOS y RHEMA se refieren a la Palabra de Dios en esos dos sentidos – el escrito y el iluminado. La distinción alegada entre “RHEMA” y “LOGOS” no existe en verdad y es inútil insistir que sí hay tal diferencia. Las dos palabras son sinónimas y usadas de manera intercambiable a través de las Escrituras.
La idea que una palabra personal de Dios que trae convicción y certeza de alguna verdad es siempre un “RHEMA” y nunca un “LOGOS” no es bíblico, pues el uso del vocablo en las Escrituras no se encierra en tal definición. El don de “palabra de sabiduría” aparece en el texto como “LOGOS SOFIAS” (1 Cor. 12:8); el don de “palabra de ciencia” aparece como “LOGOS GNOSEOS”. La palabra “RHEMA” no aparece ni una sola vez en toda 1 Cor. 12.
Es falsa la enseñanza que las palabras “LOGOS” cuando son creídas en fe se convierten en “RHEMA”, y que estas pueden ser empleadas o manipuladas por el creyente para crear dinero, sanidad u otro bien. Tales enseñanzas caen peligrosamente cerca de la metafísica y las ideas del gnosticismo y de la ciencia cristiana.
Resumen de las conclusiones:
1. La enseñanza “Palabras RHEMA” inventa una distinción entre los vocablos “LOGOS” y “RHEMA” que jamás existió ni existe en el idioma griego.
2. La enseñanza “Palabras RHEMA” distorsiona las verdades bíblicas sobre la revelación de Dios y la inspiración de las Sagradas Escrituras; promueve la aceptación de revelaciones y doctrinas nuevas.
3. La enseñanza “Palabras RHEMA” hace que creyentes piensan que pueden manipular a Dios según sus propios deseos, y a preferir eso antes de sinceramente buscar su voluntad.