¿Es la Biblia difícil de entender? Dos guías para un mejor entendimiento de Biblia

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En esta ocasión, quisiera proponer una forma de lectura que nos ayudara a aplicar la Palabra de Dios de una manera más propia a nuestra vida, como también poder entenderla más en su intención de enseñarnos los hechos históricos, como también lo que es aplicable a nosotros en cuestión de doctrina y ética. Me refiero a la manera Descriptiva y Prespectiva de leer la Escritura.

La Manera Descriptiva de leer la Biblia se podría decir que es la narrativa que vemos en el texto, pero que no puede reproducirse en la historia de la iglesia, como tampoco fue la intención del autor ver tal evento repetirse. Es bueno tomar un ejemplo, y el que ayuda en este asunto es la venida del Espíritu Santo a la Iglesia en Hechos 2. Vemos que Lucas nos dice que los creyentes “se les aparecieron unas lenguas como de fuego…y posaron sobre cada uno de ellos”, cf. Hechos 2:3. Esto es descriptivo de lo que estaba sucediendo, no normativo para los creyentes que hablarían en lenguas posteriormente en Hechos o en la Iglesia en general. Lo otro que me gustaría mencionar es lo que es de mucha controversia es que si las lenguas siempre serian para que los demás entendieran lo que se hablaba. En Hechos 2, vemos que todos entendían las lenguas que los creyentes hablaban, “Al oír aquel bullicio, se agolparon y quedaron todos pasmados porque cada uno los escuchaba hablar en su propio idioma”, cf. Hechos 2:6. En los otros pasajes donde vemos las lenguas en Hechos son Hechos 10:44-46, donde la intención ahí no es tanto el hablar las lenguas de los presentes, sino que el “don del Espíritu Santo se hubiera derramado también sobre los gentiles.”, no oímos que los oyentes entendieran lo que estaban hablando en lenguas. El punto ahí era demostrar a los Judíos que los gentiles también podían recibir al Espíritu Santo. Finalmente, vemos el hablar en lenguas en Hechos 19:1-7. Es de notar, que estos discípulos no solo hablaron en lenguas, sino que también comenzaron a “profetizar”. También acá los discípulos no recibieron el Espíritu Santo solo por oír el mensaje como en los dos episodios pasados, sino por imposición de manos, como en el caso de Pablo en Hechos 9:17.

Podemos ver no hay una uniformidad en los relatos de hablar en lenguas en el libro de Hechos, y que el propio Lucas no pone un patrón a seguir en su escrito, más bien, describe lo que ocurre cada vez que se dice que el Espíritu Santo baja a los creyentes. Esto es “Descriptivo”, ósea, describe lo que pasa, y no es para que los creyentes lo vuelvan a reproducir para todas las edades. Este es un error que tanto el campo cesacionista como pentecostales hacen. Los cesacionistas insisten que el don de lenguas debe de ser lenguas que personas que no hablan la lengua de la región van a hablar para que los nativos entiendan, como en Hechos 2.. Esto no lo vemos repetirse en Hechos, y como vimos, en cada ocasión, una intención diferente se hace notar. Y ya en I Cor. 12-14, vemos que los discípulos en Corinto seguían otra práctica, y lo que condena Pablo es el desorden que tenían en sus cultos. Los Pentecostales insisten que cada vez que los creyentes reciben el bautismo en el Espíritu Santo, hablen en lenguas considerando ellos esa como la señal de recibir el Espíritu Santo. Esto no va conforme el relato de Lucas en Hechos 8, donde vemos que los apóstoles imponen manos para que los nuevos creyentes (en el caso de Cornelio en Hechos 10, los nuevos creyentes comenzaron a hablar lenguas cuando creyeron, en este caso, no.) recibieran el Espíritu Santo, pero no vemos que hablen en lenguas. Los dos campos, el Cesacionista y el Pentecostal, tratan de hacer doctrina de un texto descriptivo, ósea, de describe lo sucedido, pero no manda (prescribe) a duplicar lo narrado.

La Manera Prescriptiva de leer la Biblia es todo aquello que se nos manda hacer o guardar.

El ejemplo por excelencia de una lectura prescriptiva en la Biblia son los 10 mandamientos. Usualmente, la lectura prescriptiva llama al lector a seguir una manera de pensar, creer o vivir. Los 10 mandamientos nos dicen cómo debemos comportarnos para con Dios, como también para con nuestros prójimos.

Otros ejemplos de la lectura prescriptiva de las Escrituras en el Nuevo Testamento son las cartas Paulinas, específicamente los llamados “códigos caseros” que se encuentran en Efesios 5:21-6:9 y Colosenses 3:8-4:1.

Esta forma de lectura pareciera ser la más fácil, pero también tiene un poco de dificultades, que no las pienso solucionar acá, pero si mencionar. Una de ellas es el mandato de que las mujeres se callen en la congregación mencionado por Pablo en I Cor. 14:34-35. Un similar mandato prescriptivo se vuelve a mencionar en I Timoteo 2:11-15. En el siglo 21, estas dos lecturas prescriptivas se han puesto en duda, y se ha dicho que no deben de ser seguidas por los lectores modernos, dado que Pablo refleja una sociedad en la cual los hombres y mujeres tienen la misma dignidad. Dejaré al lector hacer su decisión sobre estos dos textos, pero son suficientes para demostrar que aun en una lectura que debe de ser tan directa, existen discrepancias de interpretación y aplicación a la vida cristiana.

Otra cosa que se debe de tomar en cuenta es que, aunque esta forma de leer e interpretar la biblia hoy nos es útil, no es siempre como Jesús y los apóstoles leían el texto. Un ejemplo de parte de Jesús seria Juan 10:34, donde Jesús se refiere al Salmo 82 como ley, ósea, una lectura prescriptiva. En el caso de Pablo, podemos ver I Cor. 10:1-22, donde Pablo toma de un pasaje del Éxodo 14:22 y 17:6, entre muchos de los pasajes ahí aludidos, la narración de lo ocurrido y lo aplica a la vida de la iglesia.

No obstante, a estas advertencias, la lectura descriptiva y prescriptiva de las Escrituras, servirán de mucho al creyente cuando sea confrontado entre lo que la Biblia dice de como debemos de vivir, y que es lo que debemos de creer.