¿Era Og rey de Basán humano o un gigante?

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Cuando hablamos de personajes enigmáticos del Antiguo Testamento, Og rey de Basán se destaca como uno de los más misteriosos. Su figura ha generado debate entre estudiosos bíblicos, arqueólogos y teólogos por siglos. ¿Fue Og un ser humano común y corriente con un rol político importante? ¿O realmente fue un gigante, un descendiente de los Refaim, vinculado con antiguos mitos y tradiciones del mundo subterráneo? En esta entrada, exploraremos las distintas interpretaciones que se han propuesto, con base en evidencia bíblica, arqueológica y literaria, y analizaremos cómo este personaje es comprendido desde diferentes tradiciones teológicas.

La figura de Og en la Biblia

Og es mencionado principalmente en Deuteronomio 3 y Números 21, donde se relata su derrota por parte del pueblo de Israel bajo el liderazgo de Moisés. Es descrito como el último de los Refaim y se destaca el tamaño impresionante de su cama de hierro (Deut. 3:11), lo que ha llevado a muchos a interpretarlo como un gigante literal. El texto hebreo usa la palabra עֲרֵשׂ (‘eres) para referirse a su lecho, y hay debate si se trata de una cama o un sarcófago ceremonial.

¿Gigante literal o figura simbólica?

Según el análisis que venimos tocando, Og podría haber sido una figura mitificada, que representa la conexión entre el mundo de los humanos y el submundo (Sheol). En la tradición del antiguo Cercano Oriente, personajes como Og no solo eran reyes, sino que también eran considerados guardianes de los límites entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos. En este sentido, Og podría haber sido visto como un “señor del inframundo”, no solo un monarca terrenal.

Además, los Refaim no solo son mencionados como pueblos extintos, sino como espíritus de los muertos en textos como Isaías 14:9, lo cual refuerza esta conexión mitológica. Por tanto, es posible que Og represente una figura híbrida: parte historia, parte mito, y parte teología.

Interpretación teológica y relevancia hoy

Desde una perspectiva biblica, la figura de Og puede ser entendida como un símbolo de las fuerzas espirituales que se oponen al pueblo de Dios. Su derrota representa la victoria divina sobre lo que el mundo antiguo temía: la muerte, lo desconocido, y el poder de las tinieblas. Si bien el texto permite una interpretación literal, también invita a una lectura tipológica y teológica, en la cual Og representa aquello que Cristo vence en la cruz: los poderes invisibles que esclavizan al hombre.

Conclusión

La figura de Og rey de Basán sigue generando preguntas e interpretaciones fascinantes. ¿Gigante real, gobernante mitológico o símbolo teológico? Sea cual sea la respuesta, su historia nos recuerda que la Biblia está inmersa en un contexto diverso, antiguo y lleno de significados que aún hoy tienen poder para hablar a nuestra vida y fe.

Basado en el escrito de Prof. Laura Quick