Durante aproximadamente los últimos 1200 años, Halloween se ha definido, en parte, por el festival cristiano que se celebra el 1 de noviembre de cada año, conocido como el Día de Todos los Santos o “Todos los Santos” en inglés antiguo. “All Hallows Eve” se convirtió en “Hallowe’en”, la víspera del Día de Todos los Santos.
El Día de Todos los Santos es el día en que los cristianos recuerdan y dan gracias por los que han muerto, en particular por los que han inspirado la fe.
En la tradición católica romana, los santos son una categoría específica: alguien reconocido por su fe y servicio extraordinarios, reconocido a través de un proceso formal de canonización. Sin embargo, en la tradición protestante, “santos” se refiere de manera más general a todos los creyentes. Así que el Día de Todos los Santos es el momento de recordar a todos los que han muerto, a menudo con un enfoque en los que murieron el año anterior (católicos, cristianos ortodoxos y algunos anglicanos celebran este grupo más grande en el Día de los Difuntos).
El objetivo de estas fiestas cristianas es recordar y honrar a los muertos. En el Día de los Difuntos en algunas iglesias, se lee en voz alta los nombres de los seres queridos fallecidos presentados por los asistentes. La lista puede ser larga, pero puede ser una experiencia profundamente conmovedora. Es un momento raro para nombrar a los muertos, consolarnos unos a otros en el dolor y mantener vivos los recuerdos de los seres queridos dando gracias por sus vidas. Y esta es la conexión con las tradiciones mucho más antiguas que se esconden detrás de Halloween.
Honrar a los muertos toma una variedad de formas en todo el mundo, como lo ha hecho a lo largo de la historia. Los antiguos romanos dejaban regalos en las tumbas de sus antepasados en Feralia para apaciguar a los espíritus. Las costumbres mexicanas asociadas con el Día de los Muertos también incluyen dejar regalos en las tumbas.
Los orígenes celtas de Halloween, conocido como Samhain, también incluían regalos para los muertos. Debido a la supersticiosa preocupación de que los espíritus o fantasmas de los muertos pudieran entrar en el espacio de los vivos en la noche de Halloween y tal vez incluso llevarse a los vivos con ellos, los celtas usaban disfraces para disfrazarse de fantasmas y quemaban hogueras para ahuyentar a los malos espíritus. Pequeños tazones de comida colocados fuera de las casas buscaban apaciguar a los fantasmas. Este bien puede ser el origen de la tradición más reciente del truco o trato.
¿Cómo seguimos recordando a los muertos? ¿Cómo honramos y mantenemos vivos los recuerdos de aquellos que nos han precedido? ¿Cómo hablamos de la muerte con nuestros hijos de una manera que la haga menos aterradora, pero sin negar o trivializar su seriedad?
Pero de mas importancia desde el punto de vista cristiano, que toma en serio el poder espiritual que existen en el mundo, y los efectos que puede tener en el creyente. Como vemos en las escrituras, Jesús no condena el recordar a los antepasados, cf. Mateo 23:29-31
29 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque edificáis los sepulcros de los profetas y adornáis los monumentos de los justos, 30 y decís: «Si nosotros hubiéramos vivido en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en derramar la sangre de los profetas». 31 Así que dais testimonio en contra de vosotros mismos, que sois hijos de los que asesinaron a los profetas.
Lo que condena Jesús es la hipocresía que ciertos judíos practicaban en su recordatorio de los profetas. Pero de mayor interés para nosotros, ¿debemos de seguir las practicas paganas que se mencionaron arriba para recordar y hacer honor de nuestros seres queridos que han partido?
Vimos que la practica de ponerse disfraces viene de la creencia que, con estos, se espantarían espíritus. Esto es una creencia Celtica, no bíblica, por lo tanto, se debe de rechazar pues la biblia nos dice que es bajo el nombre de Jesús que toda fuerza espiritual será subyugada, y no por un disfraz.
Mateo 28:18-20
18 Y acercándose Jesús, les habló, diciendo: Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra.
Y
Marcos 16:17
17 Y estas señales acompañarán a los que han creído: en mi nombre echarán fuera demonios, hablarán en nuevas lenguas;
Y Pablo habla muchos de los poderes espirituales, entre lo que nos dice esta esto:
Efesios 6:10 Por lo demás, fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza. 11 Revestíos con toda la armadura de Dios para que podáis estar firmes contra las insidias del diablo. 12 Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales.
Celebrar o no celebrar Halloween o El Dia de las Brujas, es una lucha espiritual. También es, en ocasiones, una lucha contra la discriminación contra los creyentes.
Tomemos un caso de México como lo reporta Christianity Today. Si el estudiante cristiano evangélico no lleva su ofrenda para los muertos el día de los muertos, Nov. 2, aplazara la clase de cívica. En el aula se hace un altar para los muertos, y se espera que los estudiantes lleven cosas, como fotos, o algo que le gustaba a un ser querido, incluyendo comida o alcohol, etc. Dado que el día ahora no es solamente para dar honor a los muertos, sino para dar honor a la muerte, lo creyentes estamos prohibidos a tomar parte en celebraciones ocultas:
Deuteronomio 18:10-14
10 No sea hallado en ti nadie que haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni hechicería, o sea agorero, o hechicero, 11 o encantador, o médium, o espiritista, ni quien consulte a los muertos. 12 Porque cualquiera que hace estas cosas es abominable al Señor; y por causa de estas abominaciones el Señor tu Dios expulsará a esas naciones de delante de ti. 13 Serás intachable delante del Señor tu Dios.
14 Porque esas naciones que vas a desalojar escuchan a los que practican hechicería y a los adivinos, pero a ti el Señor tu Dios no te lo ha permitido.
Como creyentes, no podemos celebrar a la muerte, o como se le conoce, Santa Muerte. La Biblia dice que la muerte es nuestra enemiga:
1 Corintios 15:26
26 Y el último enemigo que será abolido es la muerte.
Es inconcebible que, como seguidores de Cristo, celebremos una fiesta a uno de los enemigos de Jesús, y de nosotros. La muerte no es algo que debemos celebrar, sino tener en cuenta que será arrojada al lago de fuego:
Apocalipsis 20:14
14 Y la Muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda: el lago de fuego.
Por mas bonita que se vea la celebración, por mas colorifica, y por mas famosa que sea, recordemos, Halloween y el día de los muertos, son dos fiestas que son de origen pagano, que su intención no es meramente hacer un memorial aquellos seres queridos que han partido, sino involucrar a los que toman parte de estas celebraciones, en practicas y creencias ocultas.
No es vistiéndonos con disfraces que ahuyentaremos a los malos espíritus, sino con la armadura que Dios nos provee, y con el nombre que es sobre todo nombre, el de Jesús. Y no debemos dejarnos seducir por las fiestas del mundo, por mas entretenidas y sociales que sean, que ultimadamente se tornan en un bacanal, que en un recordatorio de los santos que partieron y están con el Señor.
Que este 2 de Noviembre Dia de todos los Santos, recordemos aquellos santos que han partido, y que podamos darles honor de la mejor forma, siendo fieles a nuestro Señor, como ellos lo fueron.
He hecho unos videos donde apunto los peligros de tratar con las fuerzas del mal y como afectan a los creyentes que toman lugar en ellas. Pueden ver el primer video aquí, y seguir con los otros al final.
Este escrito esta basado, en la primera parte sobre Halloween, en el escrito de Robyn J. Whitaker, que se puede leer en ingles en The Conversation. Ella toma la posicion que no hay nada malo en celebrar Halloween, mientres que este autor, si.